sábado, 7 de junio de 2014

Lo mejor de la semana / Columnas : Pensamientos en Azúl

LOS CAMINOS DE LA VIDA
Por: Azúl Mayan
Azúl Mayán en Twitter

Vengo camino al trabajo y suena en mi mente el estribillo de esta canción: “Los caminos de la vida no son lo que yo pensaba, no son lo que imaginaba, no son lo que yo creía”, es todo lo que me sé de ella, suficiente para que sea el sound track de mi trayecto, viajo en taxi, están arreglando la avenida alterna de mi paraíso tropical, el chofer se queja de tanto brinco que venimos dando, me siento como en un toro mecánico y aunque trato de verme sexy al sortear los embates de los baches no lo logro, derramo el café en mi rodilla, “la mala, la izquierda” me propine en otros baches un golpazo de película, doble tobillo me pesque de las protecciones de una ventana y di un derrapón, “vuelta de pole dance (tubo)” que evitó cayera y rodara banqueta abajo mostrando mi ropa interior sin propina, dejándome un raspón de 20 cm y carne viva; retomando, el café me ayuda a cicatrizar aun no sé si se infecte pero de que ayudo a “cocer” ayudó, no lloro nada más porque no tengo mano para secarme las lágrimas, en eso caemos en un bache que me hace elevar del asiento y caer de “sentón” doliéndome esa parte dónde los seres humanos ya no tenemos rabito, trago saliva y el chofer se disculpa maldiciendo la calle, el bache, y al &%$# gobierno no sé si a todo el gobierno o solo el de nuestro paraíso, en fin le pido siga porque ya tardamos demasiado en el trayecto.
Lo que quiero es que no vea como mis ojitos se van inundando ya no sé si es por la rodilla, la desesperación o la extraña resonancia que hay en mi columna.
Hablando de mi columna la cual pocas veces me da lata, la lumbalgia es un tema desterrado y creí que también las caídas ya habían sido superadas y no porque me cayera poco, mi hermana dice - De tanto que te caes ya sabes cómo hacerlo- ¡y eso que no vio las peores! esas que me hicieron arrastrarme de dolor, caídas acompañadas de baches de ron, rock, y lágrimas de sangre.

Cuando los caminos por los que andaba en nada se parecían a los que me prometieron o idealicé, bien dijo Korzybsk “el mapa no es el territorio”, lo entendí demasiado tarde ya vivía yo en esta colonia maravillosa que prometía avenidas con palmeras e iluminación de primera, ¡o sea nada que ver, lección no aprendida, lección repetida!, y entre más me tarde en entenderla más alto me grita el universo, la diferencia es que ya sé cómo levantarme y de quedar en el suelo ¡jamás! Con la rodilla hecha jirones y caminando como víbora borracha abro la tienda a darle con todos los átomos para comprarme una panga o skies para lodo, si no existen hay que inventarlos.

Azúl Mayán

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