domingo, 3 de agosto de 2014

Lo mejor de la semana: CONOCE EL MUSEO BELBER JIMÉNEZ Y SUS JOYAS TEXTILES.

Por Ana Valeria Cano

A tan solo tres cuadras de la calle Macedonio Alcalá "Andador Turístico", mantiene las puertas abiertas al público el Museo Belber Jiménez, espacio que desde hace seis años, resguarda una de las colecciones más importantes de joyería y textil, no solo del estado, sino del país. La colección que Elena Belber y Federico Jiménez comenzaron en 1965 hoy puede ser admirada por cualquier oaxaqueño o visitante.

El museo cuenta con tres colecciones, distribuidas en seis salas. La más importante: la de joyería, que resguarda diseños elaboradas en los años 30 por orfebres mexicanos y extranjeros, entre ellas los relicarios del siglo XVI de Choapan, hechos con plata; collares de Yalalag del siglo XVII; una imagen de la Virgen de La Soledad que data del año de 1950 fabricada en plata, turquesa y marfil; un collar que perteneció a Frida Kahlo, entre otros accesorios.
En sus salas principales alberga la colección de joyería prehispánica, colonial y de los años 60 y 70, de la escuela que generó William Spratling, en Taxco, así como un espacio dedicado a sus alumnos: Antonio Pineda y Matilde Poulat; además de un espacio que exhibe la colección permanente de trajes regionales de Oaxaca.
Otras salas más flexibles a exposiciones son las nuevas salas que exhiben la exhibición Nativo Americano; en otra sala se muestra una serie de xilografías, colección del museo del maestro Tamayo, con la intención de obtener fondos para el museo, es en esta la que toma un carácter múltiple.
En entrevista, Ramón Jiménez Cuén, director del museo, añadió que se espera generar un ciclo de proyecciones o conferencias, en los patios de la casa que acoge al museo, para generar una conservación más directa con el público. En el mes de noviembre serán una de las sedes de Instrumenta.
"Queremos fortalecer una conversación obligada con el público oaxaqueño, el museo tiene la obligación de tener las puertas abiertas. Somos un museo abierto para generar conversaciones. Nuestra línea es el diseño, pero sabemos que a través de la conversación con la escena local es donde el museo debe generar su propia vida."

Jiménez Cuén apuntó que la convivencia de oaxaqueño a oaxaqueño se teje en la relación del espacio con el público y que su preocupación central radica en buscar un público cambiante y completamente heterogéneo, lejos de las intelectualidades.
En la cuestión de recursos, dijo, es un tema delicado porque el dinero siempre es un tema importante en espacios independientes. Pero se trata, de al ser locales, entretejer proyectos: "nuestro presupuestó son las ideas y generar proyectos a bajo costo, con temas tratados con mucha mesura."

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