domingo, 21 de septiembre de 2014

Lo mejor de la semana / Columnas -- Espectador Preferente // El nuevo nuevo nuevo nuevo cine mexicano, ¿es necesario tanto renacimiento?

Author: Luisa LaneEmail: luisa.lane@agenciainformativablah.com
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¿Recuerdan que en 1990 se dio una etapa de renacimiento en el cine mexicano? Seguro recuerdan como se hablaba entonces del NUEVO cine mexicano, de aquel que volvía a meter gente en el cine y que, oh sorpresa, no hablaba de ficheras.
Nombres como Jaime Humberto Hermosillo, Gabriel Retes, Helena Rojo, José Alonso, Arturo Ripstein, Alfonso Arau, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Maria Novaro mostraron que el cine mexicano no había muerto del todo. Hubo grandes entradas de taquilla, las películas comenzaron a venderse en otros países y la industria agarró un segundo aire.
Aire que no le duró más que media década, porque otra vez se hundió la producción de cine hecho en nuestro país.
Fue hasta finales de 1998 y parte del 99 que la industria cinematográfica local volvió a cargar sus pilas y se dio otro importante repunte en la producción de películas, lo que se le dio por llamar como NUEVO NUEVO cine mexicano. Ahora los nombres de Alejandro González Iñarritu, Carlos Carrera, Carlos Reygadas se unieron a los sobrevivientes del primer renacimiento del cine y otra vez hubo entradas en taquilla, pero ahora las películas mexicanas participaban en festivales internacionales y recibían reconocimiento en el extranjero y, ocasionalmente, ganaban premios.
Este nuevo agarrón de aire le duró a la industria casi los diez años y, aunque en esta ocasión no murió del todo, la industria volvió a caer en un bache a finales de la primera década del siglo XXI, del que apenas ha empezado a repuntar en los pasados dos años, en lo que ahora quizá debamos llamar el NUEVO NUEVO NUEVO cine mexicano, que va de la mano Amat Escalante, Fernando Eimbcke, Luis Estrada y aquellos directores del NUEVO cine mexicano que no han emigrado a los Estados Unidos para poder hacer mejor cine.
La industria peleó para ganar distribución nacional e internacional, exigió a los complejos de cines del país mejores opciones de proyección y consiguió que el gobierno federal lo subsidiara.
Y aun así, la calidad de la producción cinematográfica mexicana sigue en el estatus de garbanzos de a libra.
En mi opinión el cine mexicano tiene tres problemas; primero, es pretencioso a morir, hace películas para festivales que tardan años en tener corridas comerciales, si es que acaso se estrenan; segundo, necesita realmente conocer que le interesa ver al público mexicano, la Edad de Oro de nuestro cine se dio por algo y eso fue que había películas de calidad en varios géneros que interesaban a varios mercados y; tercero, necesita recordar que el cine es entretenimiento y escape, lo que menos necesitamos es pagar más de cien pesos por persona para ir al cine a ver en una pantallota aquello que vivimos en carne propia todos los días. Por eso la gente prefiere la última de Marvel antes de ver una película mexicana que trata sobre narcotráfico, secuestro, corrupción, etc.

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