Dropbox continúa con su fiebre compradora. Y es que tras adquirir en lo que llevamos de año cuatro «startups» tecnológicas diferentes y sus correspondientes productos, ahora suman una quinta, Bubbli, que para quienes no la conozcan se trata de una aplicación móvil que permite al usuario crear fotos de las denominadas «esféricas» (aquellas en la que se capturan vistas envolventes de 360 grados, como las que se pueden ver por ejemplo en Google Street View).
El monto de la operación no ha trascendido, algo habitual cuando Dropbox saca la billetera a pasear. Lo que sí ha trascendido, porque la propia gente detrás de Bubbli lo explica en la nota que están enviando a sus usuarios para informarles del acuerdo, es que van a trabajar para integrar en Dropbox «la tecnología de creación de fotos esféricas» de la que son propietarios, y que hasta que eso no se materialice su actual aplicación móvil seguirá estando disponible para descargar y los que ya la tengan podrán continuar usándola (o sea, que en esta ocasión Dropbox vuelve a aplicar la fórmula de comprar «startup», absorber su tecnología y equipo y luego desmontarla).
¿Y dónde se va a integrar exactamente la tecnología de Bubbli? Pues no lo han dicho, pero está claro que en Carousel, una ambiciosa herramienta de gestión de bibliotecas de imágenes y vídeo que Dropbox lanzó en abril. Es decir, que hay muchas probabilidades de que en no mucho tiempo añadan a las ya interesantes características de Carousel otra más enfocada no en el almacenamiento y la gestión sino en la pura creación, en concreto de fotografías esféricas las cuales cada vez están más de moda (en gran parte gracias a aplicaciones como Bubbli que han facilitado mucho el antaño complejo proceso de confeccionar vistas envolventes de 360 grados).
Así que Dropbox sigue adelante y a buen ritmo con su capítulo II, la nueva etapa de la empresa con la que persiguen ampliar su peso en el sector del puro almacenamiento online e incursionar en varios otros colindantes a base de adquisiciones. Bueno, realmente la compra de Bubbli abre un nuevo capítulo en esa nueva etapa: el de agregar valor a sus últimos servicios también a base de incorporar a los mismos tecnologías de terceros (lo que en el caso específico de Carousel necesitan como el comer ya que aunque el producto tal cual está hoy es interesante, parece que no está consiguiendo atraer a muchos usuarios que digamos).
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