lunes, 26 de mayo de 2014

Mandatarios de Israel y Palestina se reuniran con El Papa Frencisco

Ayer el papa Francisco logró que los líderes palesitino, Mahmud Abbas, e israelí, Shimon Peres, se comprometieran a acudir al Vaticano para rezar por la paz en Medio Oriente.

Según la agencia AP, la respuesta positiva llegó de inmediato por ambas partes. “Celebramos la invitación del Papa Francisco al Vaticano. El presidente Peres ha apoyado y seguirá apoyando todos los caminos que lleven a la paz”, señaló la presidencia israelí, en un comunicado. En tanto, el vocero de Abbas, Nabil Abu Rdeneh, aseguró que la cumbre tendrá lugar en junio.

Desde el inicio de su pontificado el Papa Francisco ha hecho constantes llamados a la reconciliación y la paz en el mundo e incluso ha movido sus piezas diplomáticas para frenar, por ejemplo, una invasión armada a Siria gracias a una carta enviada Vladimir Putin.

La aceptación fue considerada un primer resultado político de impacto de la peregrinación de Francisco por Tierra Santa. Desde que inició su viaje, el sábado en Jordania, el Papa argentino Jorge Mario Bergoglio llamó a la comunidad internacional a buscar la solución de los conflictos en el diálogo y no en las armas.

El Papa calificó de inaceptable la suspención de las conversaciones de paz, frenadas por Israel en abril luego del anuncio de reconciliación entre el movimiento Al Fatah, de Abbas, y los islamistas de Hamás, que muchos países de Occidente, incluído Estados Unidos, consideran terroristas.

“Construir la paz es difícil, pero vivir sin ella es un tormento”, subrayó el pontífice al hacer llegar la invitación a ambas naciones desde la Plaza del Pesebre, donde ofició una misa en presencia de las autoridades palestinas y se dio un abrazo con el presidente Abbas. “Ofrezco mi casa en el Vaticano para una reunión de oración para pedir a Dios el don de la paz”, añadió.

Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, dijo que la invitación es para “hablar de paz en un sentido religioso”.

Bergoglio pidió sentar las bases para una paz estable basada en la justicia, el reconocimiento de los derechos de Israel y Palestina. “Ha llegado el momento de que todos tengan la audacia de la generosidad y la creatividad al servicio del bien, el valor de la paz, que se apoya en el reconocimiento, por parte de todos, del derecho de dos Estados a existir y a disfrutar de paz y seguridad dentro de unos confines reconocidos internacionalmente”, señaló.

Pero parece que cada decisión de Francisco estaba encaminada a lograr el acuerdo. El pontífice rompió el protocolo y de manera espontánea bajó del papamóvil descubierto que lo llevaba a la basílica de la Natividad en Belén, para rezar por unos minutos en silencio en un muro construido por Israel que lo divide de Cisjordania.

Durante su visita también celebró un encuentro histórico con el patriarca ortodoxo Bartolomé I en la iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, para sellar simbólicamente la unidad de los cristianos.

El jefe de la Iglesia católica y el patriarca ortodoxo firmaron una declaración conjunta para lograr la unidad de las dos iglesias casi 10 siglos después del cisma entre Oriente y Occidente. Los dos líderes religiosos se abrazaron, e hicieron recordar un encuentro que ocurrió hace 50 años entre Pablo VI y el patriarca Atenágoras, el 5 de enero de 1964.

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