Por Azúl Mayán
El día de las madres “10 de mayo”
es uno de los días más
estresantes de mi vida, desde que tengo uso de razón, en primer lugar porque
cuando niña mi memoria era ocupada en su totalidad por parchis, las caricaturas
y el divorcio de mis padres, en que momento iba a acordarme de dar el boletín
informativo a mi mamá del bailable dónde
se solicitaba amablemente a nos
compraran o hicieran el vestuario
adecuado para celebrar “su día”.
Mi madre polifacética, altamente
productiva, guerrera, mexicana sacrificada, perfeccionista y ante todo
orgullosa de mostrar a su mijita decorada como debe ser con zigzag, listones y faldones, se ponía el día nueve de
mayo a coser, maldecir y regañarme por - todos los milagros que iba a tener que hacer - antes
de mi puesta en escena del día siguiente. Aún cuando esto se lee sencillo se sentía,
escuchaba y dolía diferente. Sobra decir que el día 10 de mayo era yo una
tehuana en esplendor con un par de jirones en los brazos para que no se me
olvidara darle los avisos a tiempo, la
máquina de coser y sus bandas plásticas también eran multifacéticas.
Después con los años sigue siendo
agobiante celebrar un diez de mayo, lidiar “con el profundo dolor de ya no
tener a mi abuela” que siente mi sacrosanta madre el cual se manifiesta una semana antes de dicha celebración,
aunado a que es a sido y será una madre
poco comprendida, nada valorada,
sacrificada en cada decisión y acción tomada y pensada siempre en el bien de
sus hijos.
¡Hijos! estos últimos que en nada
encajan con el ideal que ella esperaba, debemos de utilizar tácticas de
espionaje, psicología inversa, psicoanálisis, organización, planeación y
estrategia para poder salir al menos a comer en “familia” sin que haya heridos,
ya que mi madre carga en su hombro una
aljaba llena de flechas que llevan en la punta puritita hiel que da en el
blanco.
Y al releer veo que nos educó
bien, un día antes también cosemos como locos un traje a medida que le logre
satisfacer sus deseos (a sabiendas que esto es imposible) con
flores, perfumes, platillos, paseos y cursilerías, esto
también implica salir con jirones en el
cuerpo dado que ella , - lo que quería era solo pasar un día
tranquila con todos mis hijos- , así ese
fuera el deseo del año pasado siendo también un acto fallido pues lo que quería era : -algo diferente, salir de la rutina con todos
mis hijos-.
Sin embargo en el fondo en algo
acertamos todos estamos a su disposición aunque aquí parezca lo contrario,
estar en desacuerdo con su educación y estilo de llevar la vida, de ninguna
manera implica dejar de amarla tal cual es y respetar “su dolor”.
Madre solo hay una, solo que a algunos nos toca la multifacética que saca lo peor y mejor de ti de mil manera obligándote a depurar,
actualizar y trabajar en y con tu conciencia las 24 horas del día para que el
diez de mayo sea un día de agilidad mental, fuerza y paciencia muuucha
paciencia sin morir en el intento.
Misión cumplida un año más
Que agradable sorpresa el que escribas, eres una mujer "multifacética" y adivina gracias a quien, a esa madre que criticas tanto jajaja y que el día que no este te vas a querer morir junto con ella (literal), ese ser maravilloso es la que creo a una de las mujeres que mas quiero admiro y ahora aun mas, felicidades Azulita, un placer leerte
ResponderBorrar