Por Pedro Iván Domínguez Guzmán
Ahora los cirqueros y los manifestantes que conmemoraron "El Halconazo" pusieron a la Ciudad de México de cabeza, quemaron una réplica de la Copa FIFA, que ni vela tenía en el entierro, las edecanes circenses hicieron que la capital del país pareciera contar y los empresarios de renombrados espectáculos se hicieron presentes y defendieron su derecho a usar animales en sus presentaciones. Sigo en lo mismo, ejemplifico: Hace unos días tuve el gusto de ir al Circo de los payasos Lagrimita y Costel y mi sorpresa fue enorme cuando el staff de los renombrados íconos televisivos portaba una playera con la leyenda "Sí al circo con animales, que no muera la tradición", y mi asombro creció cuando a mitad de la función se invitó a los asistentes a montar un Pony Argentino con el módico costo de diez pesos la vuelta, les aseguró que el Pony no tenía cara de felicidad, al contrario, se notaba cansado ya que el animal no galopaba, hacia pausas en sus recorridos. Señores cirqueros, ¡evolucionen y den un espectáculo de calidad! para muestra falta un botón, el Cirque Du Soleil. Recuerden... Siempre existe otra realidad.
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