La petrolera Maxus y un centro de investigaciones ambos de Estados Unidos, han estado tomando miles de muestras de sangre no autorizadas de un grupo de indígenas de la etnia waorani que habitan en la región de la cuenca amazónica de Ecuador.El objetivo de la extracción de estas muestras, es investigar su singular perfil genético ya que se caractericen por ser inmunes a ciertas enfermedades.
Fueron alrededor de 3,500 procedimientos que se llevaron a cabo a 600 miembros de la comunidad indígena, a los cuales se les extrajo sangre sin autorización; esto significa que tomaron cerca de 450 mililitros de sangre por persona más de una vez.
Un informe inicial por parte del Ministerio de Educación Superior y Ciencia de Ecuador, publicó que los últimos detalles de una investigación arrojaron que hace dos años, los miembros de la Amazonía dijeron que los científicos estadounidenses los engañaron para participar en los procedimiento de muestreo entre 1990 y 1991.
Destacaron que las muestras habrían sido vendidas por el Instituto Coriell a la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.
Ante esto, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa indicó que ya se encuentran estudiando las acciones contra los responsables por uso de muestras de sangre obtenidas con engaños a indígenas amazónicos, con el fin de realizar supuestos estudios científicos.
“Esto es lo que hay que construir y luchar para un verdadero sistema interamericano de derechos humanos. Se trata de defender la dignidad de las personas a las que se les debe pedir el consentimiento para usar material genético”, destacó.
Por otro lado reiteró que es un “abuso terrible" por lo que se debe crear una normativa interamericana e internacional, para sancionar esta clase de piratería y de engaños.
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