lunes, 2 de junio de 2014

Pensamientos en Azul

Una Carta

Por: Azúl Mayán
Escribir de lo vano es sencillo decir que extraño la punzada inicial que me causaba tu cuerpo entrado al mío, o explicar en metáfora la rambla de tu esperma a mi mar, eso es simple, como decir de tus dientes aferrando mis labios hasta sangrarlos, bebiendo mi sangre que te daba vida, mi vida…. O el instinto primitivo que te llevaba a tumbarme de espaldas en el primer callejón oscuro de camino a casa, repitiendo después en mi lecho con dulzura la transfusión de ti en mí Escribir de mis sentidos es muy sencillo, el olor a hoja subiendo sin filtro desde tu cuello a mis pulmones, el sabor ácido y efervescente de ti casi ahogándome, la textura de tu cabello entre mis dedos, verte lánguido, satisfecho cansado, con los parpados violáceos y la vena de la yugular palpitando en la constelación marrón que ahí formaban tus lunares. Escribir de la pasión es más sencillo, el arranque colérico que las rosas de la mesa te causaban por no habérmelas dado tú, y la revancha que cobrabas marcando mi cuerpo con cicatrices estratégicas como mensajes, como recordatorios, dejándome sin tu voz, ni tus oídos, hasta que te suplicara regresar. La ira de mis celos correteando tus pensamientos hurgando en tus pliegues para certificar fidelidad, la cantidad de palabras afiladas que se clavaban en nuestra mente sangrando de a mucho lo que nunca existió.
El sin número de pleitos, los océanos de mis lágrimas, el desierto de tus monólogos desolados, que terminaban zarandeándome por no ser yo quien causo tu sequia pero sí quien quería beber de ti, la frustración de no darme, de pedirme de lastimarme porque sí, que te llevaban a querer fecundarme como pago por la espera de la nada. Por las ganas de amarme y no poder, por ser yo un gato por ser tú un ratón...
Las miles de noches que llenaste mi cuerpo, en sonido, en líquido, en materia, te saboreaba hasta saciarme, desdoblándome y anudándome hasta agotarte, sudando al ritmo de la lluvia, derramándonos en fluidos y gemidos. Así calmados podíamos dejar de temblar, sin escondernos desnudábamos uno al otro lo peor que cubría la carne, limpiándonos a lágrimas y lamidas, a besos y empellones.
Escribir de lo profundo es complicado, de lo etéreo es imposible y de cómo olvidarte… de eso no se escribe se hace.
Azúl Mayán @AZULMAYAN

Related Posts:

0 comentarios:

Publicar un comentario