El
reconocido actor de comedia, Robin Williams, fue encontrado muerto este
lunes cerca del mediodía en su domicilio particular en Tiburón, al
norte de California.
Según
declaraciones preliminares de la policía del condado Marin, se presume
que pudiera tratarse de un suicidio. Un equipo de emergencias se
presentó en su domicilio tras una llamada de auxilio, para encontrarse
con un hombre inconsciente que no respiraba, razón por la que se
describió, de primera instancia, la causa probable de la muerte como
“suicidio por asfixia”. La policía abrió una investigación para
esclarecer los detalles de la muerte del actor. Se tiene programada para
mañana una autopsia completa y un examen de toxicología.
William,
quien contaba con 63 años de edad, acababa de salir de un centro de
rehabilitación, al que había ingresado – según sus representantes – como
precaución para evitar una recaída. El actor había luchado durante
buena parte de su vida contra las adicciones al alcohol y las drogas.
Dentro de sus últimos trabajos destaca la serie de televisión The Crazy Ones, que fue cancelada hace unos meses.
Recordado
por su gran carisma, su humor mordaz, sus imitaciones y su talento
actoral, que le llevó a interpretar tanto dramas como comedia, William
se hizo acreedor a un premio de la Academia en 1997 por la cinta Good Will Hunting, además de varias nominaciones.
Inició su carrera profesional en la televisión, con la serie Mork and Mindy en 1978 y fue hasta su participación en la cinta de Barry Levinson, Good Morning, Vietnam de 1987, que su nombre se convirtió en habitual en el medio cinematográfico.
Su
esposa, Susan Schneider, publicó un comunicado donde pide respeto por
la pena de la familia, declarando “… he perdido a uno de mis mejores
amigos y a uno de los seres humanos más hermosos… estoy desconsolada.
Espero que se recuerde más los momentos de felicidad y risa que dio a
millones de personas sobre su muerte”
Descanse en Paz, Robin Williams.
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