domingo, 7 de septiembre de 2014

Lo mejor de la semana / Columna __ Espectador Preferente // La televisión, el nuevo placer de los dioses

Author: Luisa LaneEmail: luisa.lane@agenciainformativablah.com
Info:

Mientras Hollywood se encuentra atascado en una etapa de sequía de proyectos originales y exitosos y se conforma con trabajar en remakes de clásicos, cintas de superhéroes, secuelas, precuelas, adaptaciones de bestsellers y películas extranjeras y habla de que éste es uno de sus peores años en taquilla, la producción televisiva está convirtiéndose en la vanguardia del entretenimiento, en el espacio ideal para proyectos que están definiendo los estándares de calidad, manufactura, talento y creatividad y poniéndolos muy por encima de las expectativas de propios y extraños.
Hace cosa de dos décadas, con la aparición de las cadenas de televisión de paga, como HBO, la televisión vio un renacimiento que le ayudo a subsistir en el mercado del entretenimiento, cuando las principales cadenas televisivas, NBC, ABC, CBS, trabajaban con reruns de sus éxitos de mejores épocas y no aportaban nada nuevo con los proyectos que presentaban a su audiencia. Fue entonces que aquellos que siempre habían hecho carrera en el cine, se percataron de que esa pequeña ventana de entretenimiento que siempre está encendida en las casas de todo el mundo bien podría ser otro vehículo para su trabajo. Directores, fotógrafos, guionistas y actores dieron un salto de fe y apostaron por la televisión.
Y nosotros como audiencia no pudimos más que estar agradecidos.
A lo largo de esos veinte años, han aparecido nuevos canales, tanto en la televisión abierta como en la de paga, lo que ha permitido diversificar los mercados y ampliar las ofertas creativas que se pueden ofrecer. Ahora existen opciones como FX, Showtime, Starz, USA Network, o los espacios en streaming como Netflix, Amazon y Yahoo, que ofrecen nuevas plataformas para disfrutar de este formato seriado de una hora de entretenimiento de calidad.
Pero mientras nosotros como televidentes somos testigos de cómo el nivel de calidad – tanto en contenido como en formato – de la televisión ha alcanzado su plenitud, aquellos que se considera deben reconocer este nivel, han decidido ignorarlo y mantenerse dentro de la comodidad del lugar común y la fórmula segura.
La pasada entrega de los premios Emmy a lo mejor de la televisión dejó en claro, desde el proceso de nominaciones, que la academia no tenía interés en reconocer que existe un nuevo nivel de producción televisiva. Con cadenas teniendo que buscar recovecos en los perfiles de nominaciones para poder incluir sus series en las ternas, hasta proyectos absolutamente ignorados – Hannibal de NBC/AXN es un perfecto ejemplo de esto – y terminando con premios otorgados por enésima vez a series que se han quedado en el camino y han optado por vivir de sus viejas glorias, la academia decidió otorgar su reconocimiento a cuenta gotas y dejó que trabajos impecables como True Detective, Fargo, Orange is the new Black, Orphan Black y otros tantos títulos, que habían recibido más de cien nominaciones en conjunto, terminara con no más de cinco premios entre todas.
Quizá sea que la televisión se ha especializado excesivamente, será que las cadenas de televisión abierta están buscando protegerse de la presión para mejorar su producción, ejercida por las cadenas que pueden trabajar fuera de las limitantes en las que se mueve la televisión básica – no sexo, no violencia explícita, no lenguaje obsceno -, quizá solo sea cosa, en este ejemplo en particular, de que los Emmy hagan lo que los Grammy, crear subcategoría tras subcategoría y con eso dar acceso a más proyectos y dejar de estar limitados por conceptos tan cerrados como lo son el drama y la comedia.
Gracias a Dios, la televisión es un negocio que no necesita de estos reconocimientos para mantenerse y generar ingresos. Ciertamente, al menos para un actor, tiene mucho más valor acompañar su crédito con un nominado/ganador de un Oscar, a decir lo mismo sobre un Emmy. El éxito de un programa de televisión no se mide dentro de los mismos tabuladores que el de una película. Para saber que una serie es exitosa, los ratings pueden dar una idea general del interés que ésta pueda generar, pero el verdadero termómetro de la popularidad de este género está en las pláticas de oficina al día siguiente que se transmite un episodio, los comentarios en las redes sociales y foros pero, sobre todo, en todas y cada una de las personas que semana tras semana, se sientan a ver el nuevo episodio de su serie de televisión favorita.

0 comentarios:

Publicar un comentario