Hace
una semana la red se llenó de murmullos a voces, de mensajes cifrados,
de intercambios de enlaces que aseguraban una sorpresa, de hashtags que solo tenían significado para aquellos que “sabían que pasaba” en el lado más oscuro de internet.
Cuando un usuario del sitio web 4chan abrió un foro donde anunció que a cambio de bitcoins
soltaría imágenes de Jennifer Lawrence desnuda y que, si recibía lo
suficiente, soltaría también un video sexual de ella, la red se
convirtió en un juego de vamos a ver hasta dónde llega esto que terminó en lo que los medios de comunicación llamaron el Celebgate y la internet conoció como The Fapennig 2014.
Vía twitter, reddit y en menor medida, tumblr, en menos de 12 horas, los enlaces de descarga y más tarde los .zip con las fotografías, comenzaron a correr libremente por la internet, hasta sobrepasar el radio de alcance de los seguidores de 4chan
y llegar al nivel más público de internet, donde cualquier hijo de
vecino podría encontrar una de estas fotografías con una simple búsqueda
en google y no el proceso más engorroso de conocer a alguien que hubiera visto la publicación original en 4chan y alcanzó a bajar el material antes de que fuera borrado.
Este
evento sirvió para conocer qué tan decente son las personas con las que
te relacionas en internet, ya que la mayoría se enteró de todo el
desgarriate hasta que llegó a las noticias, mientras una no tan pequeña
parte estuvo ahí desde el principio.
Las
primeras reacciones de las partes involucradas fue negar y negar y
seguir negando, pero cuando Jennifer Lawrence – quien fue la más
afectada por la filtración – reconoció la legitimidad de las imágenes y
anunció que tomaría medidas legales sobre su publicación en internet, se
dio un particular estado de frenesí seguido de parálisis en internet:
aumentó el intercambio de las fotografías, ahora que era oficial que se
trataba de Lawrence desnuda, por cosa de un par de horas, para
desaparecer por completo – o al menos fuera del alcance del público en
general – de la red.
Y
eso no fue todo, este suceso abrió una discusión sobre que era
empoderamiento el sentirse orgulloso del cuerpo de uno, al grado de
tener imágenes propias de desnudos; discusiones sobre qué tan apropiado
es subir a sitios de almacenamiento masivo como iCloud,
información de naturaleza delicada y personal, u oficial y de negocios;
hasta discusiones sobre libertad de expresión, invasión a la privacidad,
seguridad en sistemas informáticos, si el asunto era competencia
federal o local, lo bellas que son Jennifer Lawrence, Victoria Justice,
Rhianna, Ariana Grande y todas y cada una de las afectadas por el robo
de sus fotografías privadas y la pregunta de si sitios como 4chan y ciertos foros de reddit deben seguir existiendo, o si internet debe ser vigilada y monitoreada por las fuerzas policiales.
Una
de las primeras moralejas que deja este enredo es que seas prudente con
lo que subes a internet ya que a)nunca desaparece, b)todo el mundo
tiene acceso y c)nadie tiene derecho a invadir tu privacidad. Estos
consejos, aunque se contradicen en su fondo y quizá suenen a
mojigatería, pueden ayudarte a hacer una elección más consiente sobre
qué es lo que decides compartir en este espacio global de intercambio de
información al que todos conocemos como internet.
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