El Vaticano afirmó hoy viernes que la participación en la jornada de oración del próximo domingo en la Santa Sede de los presidentes de Israel, Simón Peres, y de Palestina, Mahmud Abás, "reaviva la esperanza" de paz para Oriente Medio.
En declaraciones a Radio Vaticana, el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolín, dijo que, aunque este tipo de iniciativas "son simbólicas", van acompañadas de un valor añadido, que en este caso es el poder de la oración.
"Todas estas iniciativas son simbólicas: reavivan el deseo y la esperanza de paz y, sobre todo, creo que comprometen a las personas que participan en la oración, que se convierte en fuerza y compromiso de acción", explicó.
En este sentido, Parolín expresó su deseo de que la oración, eje central del encuentro del próximo domingo, pueda lograr la paz para Oriente Medio, después de que los esfuerzos humanos hayan, a su juicio, fracasado.
"Esperemos que en este asunto, en el que hasta ahora han fracasado los esfuerzos humanos, el Señor nos conceda a todos la sabiduría y la fortaleza para emprender la senda pacífica, superando los graves y numerosos obstáculos que todavía hoy impiden la paz en Tierra Santa", añadió.
Según confirmó ayer jueves la Santa Sede, Peres y Abás participarán el domingo en un encuentro para la oración en el Vaticano, al que fueron invitados por el papa Francisco durante su viaje a Tierra Santa entre el 24 y el 26 de mayo.
El pontífice hizo la invitación durante el segundo día de peregrinación, el 25 de mayo, antes de iniciar el rezo del Regina Coeli dominical en la plaza del Pesebre en Belén (Palestina).
Allí, delante de miles de fieles que acudieron a escuchar al máximo representante de la Iglesia católica, el papa ofreció "su casa" en Ciudad del Vaticano a ambos presidentes para orar juntos por la paz.
Las declaraciones de Parolin de hoy viernes se produjeron en el marco de un encuentro en Roma promovido por el Pontificio Consejo "Cor Unum" para hacer balance de la actuación humanitaria en Siria, en guerra civil desde 2011.
Al respecto, el cardenal señaló que la Santa Sede sigue ese conflicto "de manera especial en estos momentos en los que existe el riesgo de que caiga en el olvido".
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