domingo, 6 de julio de 2014

Lo mejor de la semana / Columna : Manufactura Barata en Promoción por Eduardo Garay

Fragmentos a la Luna.

Por: Eduardo Garay
Eduardo en FB

Permanecí más de millones de siglos enamorado de una persona que sólo juega conmigo, porque hasta el día de hoy me encuentro perdido en su ser completo, en su esencia y hasta en su figura. Nunca entendí por qué me pasó esto, porque habiendo tanto me quede con sólo una, tal vez porque he de ser muy especial con respecto a lo que quiero o posiblemente porque sin yo buscar nada supe que ella lo tenía todo, o al menos lo que nunca estaba buscando. Ella tan despistada, tan descuidada de mí, de lo demás, al parecer así deberíamos de ser todos, para que entonces no hubiera malestares o esas cosas que me pasan a diario. Pero es bueno, bueno porque me motiva, tal vez y nunca la tenga entre mis brazos, o quizá en toda mi existencia ella pueda estar conmigo, pero de algo estoy seguro, sé que nadie o no la gran parte de los que existen pueden saber que es estar perdidamente enamorado de algo o alguien, como yo. Y es que su figura, sus estruendos, sus cráteres, su color, su diminuta estatura tan tierna, ella, todita, todita ella me pone la piel de gallina, los ojos y el oído se sensibilizan como mi olfato, así esté a 150004588 kilómetros de mí. Y por eso la amo, por reservadora, por impaciente, por exigente, egoísta, única y sonriente. Adoro que a ustedes les de la luz, la noche más hermosa, y los envidio y me muero de coraje cuando pasa eso, pero después, después de un rato se me pasa, porque al menos yo, la veo no nada más una noche, yo la pienso, la persigo, la idolatro, y la quiero así como es, no por una luna bonita de una noche, por todo, por cada segundo que se resiste a mi, por cada segundo que me rechaza y me niega, por cada segundo que dice que yo no existo para ella ni para nadie, y aunque me desarme lo hago sin ninguna recompensa de ustedes, de ti, de ella. Y aquí me tiene, algún día sé que ella volverá, morirá por estar conmigo, y el día que pase, en ese preciso instante yo ya no existiré para ustedes, no habrá días, ni atardeceres con colores pastel, no habrá calor ni deshidratación, y yo seré todito de ella, mi vida y mi eternidad será completamente para ella, mi existir mis sonrisas, y entonces seré feliz

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