Si nos ponemos a leer las revistas
especializadas como The Hollywood Reporter, Entertainment Weekly,
Variety, Rolling Stone, et al, existe un consenso de que esté ha sido,
con mucho, el peor verano cinematográfico de la última década.
Y eso que Transforners 4 superó los mil millones de dólares de recaudación mundial a tres semanas de su estreno.
Durante lo que se considera propiamente
el verano para la industria cinematográfica – de finales de mayo a
mediados de agosto – se estrenaron más de cincuenta películas en toda la
gama de géneros existente, pero solo se consideró a menos de diez como
posibles blockbusters, entre los que se destacan X Men: Day of Future
Past, The Fault is on our Stars, Transformers 4, How to train your
dragon 2, Dawn of the Planet of the Apes, Guardians of the Galaxy y
Ninja Turtles, cintas que sobrepasaron la marca de los 100 millones en
sus fines de semana de estreno.
Escuchando esos números uno se pregunta
cómo es que se habla de la peor temporada taquillera en los años
recientes y la respuesta está en el comportamiento mismo de la taquilla
de estas películas después de la semana de estreno.
Ninguna pudo mantener el primer lugar en taquilla después de esa semana.
Y no era porque el siguiente estreno
vendiera los mismos millones, era simplemente que el número de personas
que iba al cine a verla tras su estreno se reducía a más del 80%.
Una buena parte de esa recaída en
taquilla se dió porque las críticas y reseñas calificaban mal a la
película o el boca a boca de quienes la habían visto aconsejaba no
asistir. Otro pequeño porcentaje está en aquellos que prefieren
ahorrarse el, en ocasiones muy alto, costo del boleto y buscar una
versión CAM de la película para descargar y verla en la comodidad de su
casa, y el otro porcentaje más pequeño, de los que no son tan fanáticos
de ir al cine a ver películas y tiene la paciencia suficiente para que
el título salga en DVD o en VOD.
Ya quedaron muy, pero muy atrás,
aquellos tiempos en que una cinta duraba meses en cartelera – Titanic
estuvo más de tres meses en pantalla – y que habíamos algunos que nos
podíamos dar el lujo de ir a ver una película EN EL CINE más de una vez
(aquí entre nos, yo vi Interview with the Vampire cinco veces en el
cine). Solo quienes son fans del material en que está basada la
película, o del director, o de la saga de que es parte o de alguno de
sus protagonistas hará todo el proceso como Dios manda: esperar con
ansia a que se estrene en tu ciudad, hacer cola para comprar los
boletos, hacer cola para ir al baño antes de entrar, hacer cola para los
munchies, entrar en la sala, chutarse los casi veinte minutos de
comerciales y los tres tráilers que te toque la suerte ver y pasar de
noventa a 180 minutos disfrutando de una película que puede ser tan
buena o tan mala como tú quieras.
0 comentarios:
Publicar un comentario