domingo, 13 de julio de 2014

Lo mejor de la semana / Columna ; Cultura Para Todos // OJOS ABIERTOS AL MUNDO.

Por: Ana Valeria Cano
Si pudiéramos imaginarnos  un mundo en donde la filosofía sea la carrera más saturada y en donde haya más espacios públicos dedicados a la creación de arte que burdeles sobre la López Portillo, seguramente sería un México distinto, no por los espacios públicos, sino por la cultura y mentalidad que tendría la gente. Pequeños actos que denotan inmediatamente la falta de valores alarmante en nuestro país, como tirar la basura en la calle, la forma en que como sociedad estamos conviviendo, hasta la facilidad con la que atropellan a los animales de la calle.
México es considerado un país pluricultural y multiétnico por los diferentes tipos de etnias y  la riqueza de las culturas que lo conforman, sin embargo esto ya no es un orgullo para la mayoría de las personas,  si eres de origen indígena inmediatamente es causa de discriminación, por el color de piel, la forma de vestir y calzar, el acento etc... Sin embargo si nos adentramos en un análisis del porque es causa de discriminación no vestirnos de Zara, encontramos argumentos laxos y superfluos acerca del estatus social que generan las marcas, nos dan la sanación a una aislación interpersonal que el consumo excesivo de este tipo de productos ha causado en nosotros. Cuando vemos la palabra “REBAJA” en las tiendas, sentimos un apapacho emocional a nuestra necesidad consumista e inmediatamente entramos a comprar, se nos crea una adición a la satisfacción de necesidades adquiridas y no solo eso, sino también nos crea la idea erronea de que cuando algo falle en tu vida, la solución es salir de compras.
Pero nada de lo que nos rodea es nuestro para ponerle nombre y precio, todo este mundo gira en torno al “dinero”, el cual esta echo principalmente de materia prima, la materia la obtenemos de la naturaleza y nosotros formamos parte de ella, no ella forma parte de nosotros, la naturaleza se nos es otorgada de manera gratuita, el aire, el agua, los árboles, el papel con el que fabrican los billetes de $500 y todo este gran imperio fue construido con materiales de los cuales ninguno la madre naturaleza nos ha vendido, entendemos que el dinero no es nada grande ni maravilloso, solo es materia prima, pero el problema está en el gran valor que el hombre le da.  Porque podemos gastar miles de pesos en comprar una estrella, nos dan un certificado en donde dice que esa estrella es nuestra, si del otro lado de la ciudad se encuentran dos personas mirando la misma estrella y de manera simbólica se la regalan, no sería prácticamente lo mismo pero sin invertir miles de pesos en algo bastante absurdo y estoy hablando de una realidad, la gente ya puede comprar las estrellas, simplemente nosotros pagamos por la satisfacción que dicha compra nos genera, sin pensar que nada es nuestro, que las personas que poseen cosas materiales no son más ni menos que cualquier ser.
Yo los invito a adentrarnos en un análisis individual del porque si nada nos pertenece, le hemos puesto un precio y pagamos por ello; si cuesta tanto ganar el dinero porque lo gastamos en cosas que no nos hacen falta realmente, por ultimo cierro con esta frase tan acertada de Charles Bukowsky...
“¿Cómo diablos puede un ser humano disfrutar que un reloj de alarma lo despierta a las 5:30 a.m. para brincar de la cama, sentarse en el excusado, bañarse y vestirse, comer a la fuerza, cepillarse los dientes y cabello y encima luchar con el tráfico para llegar a un lugar en donde usted, esencialmente, hace montañas de dinero para alguien más, y encima si le preguntan, debe mostrarse agradecido por tener la oportunidad de hacer eso?”

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